Una de las dudas más frecuentes a la hora de contratar una hipoteca es si se adquirirá un producto a tipo de interés fijo o variable. A decir verdad, no existe una teoría exacta sobre qué opción beneficia más al consumidor ya que esto dependerá de las fluctuaciones del mercado en los siguientes 10 o 15 años. Sin embargo, dependiendo de las características de cada cliente sí que podemos encontrar productos más adecuados a su situación económica.
En primer lugar, cabe recordar que una hipoteca a interés fijo es un crédito bancario en el cual la entidad bancaria y el cliente establecen la cantidad fija de intereses que se pagaran durante la validez de su crédito, independientemente de la situación del mercado inmobiliario en ese momento. Por otro lado, los intereses de las hipotecas variables se establecerán mediante unos indicadores que representan la situación del mercado financiero actual. En el caso español, el indicador más utilizado por los bancos es el Euríbor.
A continuación, explicaremos los principales pros y contras de las dos opciones:
Hipoteca de Interés Fijo
Pros:
Contras:
Hipotecas de Interés Variable
Pros:
Contras:
A modo de conclusión, cabe destacar que no existe una fórmula mágica para saber qué producto ofrece mejor rendimiento económico. Sin embargo, lo que sí se puede afirmar es que si el plazo del crédito es de corta duración, es recomendable decantarse por los productos de interés fijos para aprovechar los bajos intereses que proporciona actualmente el mercado. Por el lado contrario, si nuestro crédito es de larga duración (más de 20 años) y no tenemos mucha capacidad de ahorro, la hipoteca a interés fijo sería la mejor elección.