El historial de los bancos con las cláusulas abusivas y poco transparentes no es nuevo. Y es que tras las conocidas cláusulas suelo o el pago de los gastos de la hipoteca, la justicia ha dictaminado que otra condición de los bancos no es transparente; se trata de la comisión por reclamación de posiciones deudoras, una cláusula que se activa tras el impago total o parcial de una cuota ¿en qué consiste? El banco cobra entre 20 y 40 euros cada vez que el hipotecado no paga la cuota o parte de la misma. Hoy en Uniplaces le contamos las claves principales sobre esta cláusula.
En toda hipoteca adquirida con un banco, esta cláusula estipula que cada vez que el hipotecado no paga una cuota de manera total o parcial, se procederá a cobrar automáticamente una cantidad que varía según la entidad financiera y la hipoteca. Suele ser entre 20 y 40 euros más la comisión por el descubierto.
Este valor se cobra si la cuenta se queda en números rojos, aunque sea solo euro y durante un día. Así, esta cláusula es legal y está recogida por el Banco de España, lo que no es tan legal es el contexto en el que cobra que más adelante te explicamos.
Esta cláusula ha sido declarada abusiva por parte de varios juzgados, uno de ellos es la Audiencia Provincial de Vitoria. La sentencia estima que los costes reales de este impago no consisten un perjuicio para los bancos. Por lo que declara esta condición poco transparente, abusiva y en consecuencia nula.
Por suerte sí. Desafortunadamente, al ser una cantidad relativamente pequeña, muchos hipotecados no consideran la reclamación, porque ni siquiera saben que es abusiva. Por ello,si le cobran automáticamente esta cláusula por reclamación de posiciones deudoras, tiene derecho a reclamar su devolución; puede acudir a su entidad y solicitar que se la quiten; como el banco no puede justificar el gasto, lo normal es que la retiren.
En definitiva, como la cláusula por reclamación de posiciones deudoras no supone un gran gasto y su nulidad es desconocida para el gran público, se convierte en un abuso por parte de la banca a los ciudadanos, y aunque sea pequeño, es un dinero cobrado sin justificación y es necesario proceder a su reclamación.