Alquilar una propiedad parece tarea fácil, pero la verdad es que la relación entre propietario e inquilino puede llegar a ser algo complicado. Cuando no se cumplen las normas establecidas o hay evidentes diferencias culturales las cosas pueden salir mal, especialmente para los propietarios que conviven con inquilinos.
¿Qué pasa si el inquilino intenta imponer sus reglas o simplemente no se lleva bien con él? No se preocupe. A continuación, compartimos:
Sabemos que algunas personas son más difíciles de tratar que otras, pero la comprensión y la buena comunicación ayudan mucho a superar estas barreras. Siga estos sencillos consejos y no permita que una mala experiencia afecte a su negocio. La práctica y la preparación le harán ser un buen propietario para cualquier tipo de inquilino.